Actualidad Sevilla Fútbol Club

sábado, 20 de diciembre de 2008

El sevillismo ciclotímico.

Nos hemos malacostumbrado, eso es cierto. Cuando a un niño que lleva siendo humilde toda su vida, que ha tenido un par de alegrías, pero poco más, y que sufría para llevarse un chusco de pan a la boca cada día, de pronto, lo han hartado a jamón, gambas, chocolate, cerveza fresquita y pasteles de Aracena.
Ahora, resulta que todo lo que no sea comer bien, ya no le gusta al niño ¡Qué le vamos a hacer! ¿Es esto malo? Por partes: la exigencia para con nuestro equipo NO ES MALA. Lo que ha hecho a nuestro Sevilla grande, un grande de España y un equipo puntero en Europa (pese al petardazo del otro día) ha sido una ambición desmedida, guiada en gran parte por su Presidente, y transmitida con mucho tino a la afición. El que ve desde fuera esto, el que no conoce la idiosincrasia sevillista, piensa que es prepotencia. Simplemente es porque no sabe que, por ejemplo, cuando José María del Nido habla, no habla para todos, habla para los sevillistas, y no para los poderes establecidos en esta liga, donde decir públicamente que tu equipo para tí es el mejor o no rendir pleitesía a la capital, es motivo de chanza y de miradas extrañas por parte de los medios del centro de España.
Como decía, este sentimiento de ambición, se transmitió muy bien a la afición, esa misma afición que hace no mucho estaba bastante apoltronada, que era conformista, que se conformaba con ganar al otro equipo de la ciudad y no pasar fatiguitas, y que, en el mejor de los casos, llenaba el campo hasta las tres cuartas partes de su capacidad. Yo, como muchos de vosotros también, recuerdo cuando un gol jugando en casa del Madrid o del Barcelona, sonaba casi igual de fuerte que uno marcado por el Sevilla. Ahora, cuando nos marcan un Madrid o un Barcelona, se oye una esquina del segundo anillo del gol sur, y el resto es un silencio sepulcral. La cosa ha cambiado para mucho mejor.
Pero no todo es bueno. Como decía arriba, esta exigencia tiene también su cara mala, muy mala, y es cuando se confunde con la obligación de hacerlo todo bien y de ganarlo todo. Indudablemente, el Sevilla Fútbol Club, por plantilla y por objetivos, debe salir a ganar en cualquier campo, debe intentar ganar todos los partidos, incluso con rivales más fuertes y de más presupuesto. Pero eso no quiere decir que vaya a ganar esos partidos, sí o sí, eso no quiere decir que TODOS los futbolistas tengan que jugar bien TODOS los partidos, eso no quiere decir que TODOS los años, tengamos que llegar a la final en TODAS las competiciones. Quiere decir que tiene que intentarlo. Y unas veces lo hará con más exito y otras con menos. Esto que cuento, que parece de perogrullo, es una verdad aplicable a absolutamente todos los clubes punteros del mundo. Ningún club en una liga importante gana todos los años títulos, ningún club del mundo (NINGUNO) mantiene su estilo, su nivel de juego y su bonanza año tras año en una línea permanentemente ascendente. Mirad el Barcelona de los últimos 2 años, el Madríd de los 3 años en sequía, o el Barcelona de los 5 años antes de que llegase Laporta. Mirad el desastre del Milan en su Liga en Italia, o de la Juventus, o la Roma. Mirad el Bayern Munich, el Werder Bremen o el Borussia Dortmund en Alemania. Mirad al Arsenal en Inglaterra, o los años que se ha pasado el Manchester viendole el culo al Chelsea.... Absolutamente TODOS estos equipos, cuanto menos, DUPLICAN el presupuesto del Sevilla Fútbol Club. Son de los equipos que SÍ están obligados a ganar títulos, y, fijaos qué casualidad, no los ganan todos los años. Están obligados a jugar bien, pero hay algunos verdaderos desastres futbolísticos en los últimos años en esa lista.
¿Por qué algunos sevillistas viven en el pasado? No podemos exigir que el Sevilla Fútbol Club juegue siempre igual. Evidentemente el fútbol que hace Jiménez es meridianamente opuesto al de Juande Ramos, al igual que el que hace Guardiola es opuesto al que hacía Van Gaal. Juande, junto con los otros tres pilares, plantilla, cuerpo técnico y consejo, nos dio 5 títulos, igual que Rijkaard le dio al Barcelona 2 ligas, 2 supercopas de España y 1 Champions League. ¿Tiene o no tiene el listón alto el que llega después? Si Guardiola no gana nada, y no cumple los objetivos del Barcelona, se irá, igual que pasará con Jiménez. Eso sí, Guardiola tiene la obligación de ganar títulos, Jiménez NO. El objetivo de Jiménez es meter al equipo entre los 4 primeros, y eso lo está consiguiendo con solvencia. Esa es la exigencia bien entendida. Exigir el cumplimiento de los objetivos AL FINAL DE LA TEMPORADA. Que sí, que es cierto que Jiménez no sabe competir en las eliminatorias, que lo de la UEFA el otro día es un petardazo, pero también es cierto que, en Liga, es el entrenador más regular de las últimas décadas. Y, ojo, que esto parece una defensa a ultranza de Manolo Jiménez como entrenador del Sevilla, y ni mucho menos. Yo opino que, si Jiménez no cumple sus objetivos, Jiménez tiene que irse del Sevilla. Pero el objetivo de Jiménez no era ganar la UEFA, ni ganar la Copa del Rey ni ganar la Liga. Es más, o mucho cambian las cosas en los próximos años, o el objetivo del Sevilla Fútbol Club NUNCA será ganar un título. Ni del Sevilla Fútbol Cub, ni del Valencia, ni del Atlético de Madrid..Sin embargo, el objetivo SÍ será estar en disposicion de pelearlo, y ese objetivo está sobradamente cumplido.
Estoy harto de escuchar a los sevillistas ciclotímicos en el campo. Esos que pitan a Navas o a Romaric, y reiteran lo malos que son, y en el siguiente partido se están partiendo las manos y la garganta aplaudiendo una jugada de los mismos. Estoy harto de escuchar el "Jiménez qué cojones tienes" cuando le metemos cuatro al Athletic o dos al Stuttgart, y a la semana siguiente escuchar pitos y "Jiménez qué malo eres" porque hemos perdido contra el Barcelona. Estoy harto de sevillistas que sólo saben ganar, porque aquí hay que saber perder, porque el equipo se levanta, siempre se levanta. Harto de comparaciones, porque igual que nunca comparamos a Juande con Don Joaquín Caparrós (que fue el que cimentó todo el Sevilla actual), tampoco debemos compararlo con Jiménez, que no lleva ni una temporada completa con el Sevilla Fútbol Club. En deninitiva, harto de gente que va según sopla el viento, que confunde ambición con la imagen del nuevo rico, muchas veces influídos por medios de comunicación que son aun más cliclotímicos que ellos.
Afortunadamente, con la base que hay, sé que los éxitos volverán a llegar. Igual tardan años, o no, pero llegarán. Sé que mi Sevilla me llevará otra vez al éxtasis, pero que tendré que pasar por momentos de penuria. Sé que vendrán otros entrenadores que serán mejores que el mejor que haya pasado por el Ramón Sánchez Pizjuán, y otros que serán mucho peores que lo que tanto criticamos. Vendrán otros Kanoutés, otros Luis Fabianos, otros Daniel Alves, pero también vendrán otros Fredis, otros Oteros, otros Rabajdas.... Y yo seguiré respetando al que se siente en el banquillo, sea quien sea, y aplaudiendo a mis jugadores, en primera o en segunda división, jugándose una final o el descenso. Ese es el sevillismo bien entendido. Los que no lo vean así, deberían hacérselo mirar.
El Domingo, a por el Mallorca. El resto, o es pasado, o todavía no es importante.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Mi teoria dek la aficion futbolistica de esta ciudad es en su 90% muy cateta es basicamente lo que dice este post. Yo me considero resultadista, pero esk me parece indignante querer lapidar a un señor que nos tiene a dia de hoy 2º en solitario y por k el lider no es de este planeta. De verdad que me cuesta entenderlo.