Actualidad Sevilla Fútbol Club

lunes, 8 de diciembre de 2008

La Ley de los Grandes Números.

Todos los sevillistas recordamos con cierto tinte agridulce la temporada 2006-2007. Si bien fue la temporada más exitosa de nuestra historia, ganando una Supercopa de Europa en Agosto, una Copa de la UEFA en Glasgow y una Copa del Rey en ese inolvidable mes de Junio de Madrid, siempre nos quedará una pequeña espinita, que hemos tapado con los recuerdos buenos, pero que, en mi opinión, supuso uno de los mayores robos en la historia de nuestro club.

Era el 9 de Junio de 2007, teníamos una final de Copa del Rey en ciernes y acabábamos de ganar nuestra segunda Copa de la UEFA de forma consecutiva ante el Espanyol. La tarde se presentaba ilusionante, jugábamos ante el Mallorca, y una victoria ante el Mallorca nos ponía segundos, empatados a puntos con Madrid y Barcelona, pero por goal average entre los tres, hacía que, en caso de ganar, nos pusiésemos en la mejor de las situaciones para ganar la liga. En la jornada 38, en caso de que ganasen los 3 equipos, el Barcelona le daba la Liga al Madrid. Sin embargo, cualquier otro resultado, hacía que, otra vez por goal average (nadie ponderará nunca lo suficiente ese gol de falta de Chevantón en el Bernabeu, en otro grandísimo atraco del colectivo arbitral al Sevilla, en los últimos minutos del partido), en caso de ganar el partido contra el Villarreal, fuese campeón de Liga.
Todos sabemos cómo uno de los peores árbitros (y mira que ha habido malos colegiados) del fútbol español, expulsó a Dragutinovic y nos robó un clarísimo penalti de Héctor (yo creo, sinceramente, que el pasado sevillista de Héctor hizo que intentase forzar ese penalti, porque el Mallorca no se jugaba absolutamente nada), y toda esperanza de ganar la liga.
¿A qué viene todo esto? Ayer volví a revivir, como cada vez que visitamos el Santiago Bernabeu, esos momentos que nos pudieron colocar en lo más alto del fútbol español. Recordé antes del partido los errores arbitrales (en cursiva por motivos evidentes) a favor del Real Madrid, no sólo ya en contra del Sevilla, sino de cualquier equipo a lo largo de todos sus años de historia. Yo no me invento nada, ahí están imágenes, estadísticas, recortes de prensa, etc... Incluso uno que es más madridista que el escudo (aunque él diga que no), como lo es el cordobés Manolo Lama, tiene la vergüenza torera de admitir esta evidencia.
Indudablemente, los árbitros se equivocan porque son personas. Todos nos podemos equivocar. Ahí es donde interviene la Ley de los Grandes Números, que es el título de este post. Yo no soy estadístico, pero voy a intentar explicar lo que es, aplicándolo a nuestro caso y a colación de lo que vengo diciendo (y que me perdonen los estadísticos si lo hago mal): básicamente, lo que dice es que repitiendo un suceso un número infinito de veces, los resultados del mismo se aproximarán a la media. Un ejemplo: si tiramos una moneda a cara o cruz cuatro veces, es probable que nos salga 4 veces cara o 4 veces cruz. Sin embargo, según nuestra ley, si lanzásemos la moneda infinitas veces, aproximadamente, los resultados de cara y cruz serían de 50% - 50%. Esta es una ley que se cumple en la naturaleza, salvo en el caso de los árbitros cuando juega el Madrid. En ese caso, por muchas veces que repitas el suceso, los colegiados se equivocarán a favor del Madrid.

Corolario de Murphy a la Ley de los Grandes Números del Real Madrid:
Además de que la probabilidad de que se equivoquen a favor del Madrid es siempre mayor del 90%, en caso de que sea el otro equipo el beneficiado, la máquina mediática madridista (es decir, todos los medios de comunicación con sede central en la capital del reino), provocará tal reacción en contra del árbitro y del colectivo arbitral en general, que provocará que ambos vuelvan al redil y que, en el siguiente partido, los fallos vuelvan a ser a favor del club madridista.

Pues un poco en broma, pero esto es lo que pasó ayer en el Santiago Bernabeu. Es cierto que el árbitro pudo anular el gol de Adriano (aunque yo todavía tengo mis dudas, no de que toque el balón, sino de si da primero en Michel Salgado, con lo que no sería anulable, o de si el mismo Salgado no está rompiendo el supuesto fuera de juego de Kanouté) y también es cierto que pudo pitar penalti de Escudé a Higuain (el de Palop, fue penalti, pero precedido por la mano de Raúl, con lo cual NO FUE), aunque el argentino hace muchísimo por caerse cuando el francés lo toca. Igual si el linier ve el capón que le mete Squilaci a Gago, debería haber expulsado al central galo. Pero mirad, Bernardino González Vázquez, uno de los árbitros que más ha maltratado al Sevilla, especialista en joder la marrana y expulsarnos a jugadores, no es sospechoso de sernos favorable. E igual, el árbitro, los linieres, los 70.000 espectadores del Bernabeu y los cientos de periolistos (o periotontos) que vieron ayer el partido también tuvieron que ver la agresión de Sergio Ramos a Palop (que si la hubiese hecho Javi Navarro habría sido crucificado ipso facto en mitad de la Puerta del Sol), la segunda amarilla de Marcelo a Navas, la patada en la boca de Gago a Escudé o la falta que no fue, y que nos costó el primer gol, de Romaric a Ramos.


Vaya, que leyendo la prensa y escuchando la radio o viendo la televisión, parece que ayer los cuatro goles que le metió el Sevilla Fútbol Club al Madrid los metió Bernardino.
Lo de ayer ha escocido, muchísimo, especialmente a la prensa,
porque no es lo mismo llegar a un Barça-Madrid a 6 puntos, que pueden ser 3, que llegar a 9, que probablemente sean 12. Son menos periódicos vendidos, menos audiencia en la Radio y la TV, porque la gente no tiene ganas de escuchar discursos derrotistas y menos ingresos para los que viven de eso. Ahora, derivan el interés a noticias morbosas, como las declaraciones (totalmente coherentes y consecuentes) de Schuster.
Respecto al partido,
que entre pitos y flautas casi no he hablado de ello, dos caras: un primer tiempo magistral, dando lecciones de cómo jugar en el centro del campo y de cómo jugar al contragolpe, y un segundo tiempo made in SFC de las dos últimas
temporadas. ¿Qué es esto? Un equipo echado atrás, dándole la pelota al rival y bajando en exceso los brazos. Ciertamente, en el partido de ayer influye que Duscher está completamente fundido desde el minuto 60, por el partidazo (y el desgaste físico) que hace en la primera parte. Sin embargo, esto es un problema de ACTITUD. Este mismo caso ya lo hemos visto en muchos otros partidos: Fenerbahce, Barcelona en Liga el año pasado, Barcelona este año,.... y, en general, cualquier partido que el Sevilla tiene más o menos controlado en la primera mitad. Aquí, lo fácil es echar la culpa al mister, aunque él defiende a capa y espada que insiste en echar el equipo para arriba (y así lo demuestran las imágenes). Pero también deberíamos analizar otras dos posibles causas: la primera, la mentalidad del equipo, la cual también en cierta medida es responsabilidad de Manolo Jiménez, y que, si baja los brazos, hay que corregirlo, y si no hace caso a las órdenes de su entrenador, hay que disciplinarlo. La segunda, limitaciones en la preparación física; si el equipo está fundido en los segundos tiempos, tenemos un problema, porque eso no es una cosa que se corrija sobre la marcha, y hay que trabajarlo muy mucho.

Sea como sea, tenemos que destacar la efectividad del equipo, que Renato, Kanouté y Navas tienen SIEMPRE, sí o sí, que ser titulares. Que el Sevilla encajó dos goles a balón parado y que la defensa no estuvo tan mal como para conceder tres goles. Una cosa que sí es responsabilidad de Jiménez, y que tiene que aprender YA, es a leer mejor los partidos y a hacer los cambios que pide el partido. Generalmente, los hace tarde y de forma equivocada. Ayer Duscher, pedía el cambio a gritos desde el minuto 60, y gran parte del arreón del Madrid obedece a haber cedido el centro del campo. Capel sigue sin estar, Romaric está mejorando a pasos agigantados, pero aun necesita dar más en el plano físico.

Al final, lo que cuenta, al menos para mí y para muchos sevillistas, es que tenemos 27 puntos, que estamos cuartos empatados a puntos con el tercero, y que podemos ponernos segundos si ganamos al Villarreal. Yo hoy estoy contento, muy contento, y agradecido a toda la plantilla, al mister y a todo el cuerpo del Sevilla Fútbol Club por haberme regalado una gran tarde de domingo. Eso ya es mucho.

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