Una de entrenadores......(1)

Hay cosas innegables en el mundo del fútbol.
Que el mejor entrenador en la historia del Sevilla Fútbol Club ha sido Juan de la Cruz Ramos Cano, es una de esas verdades absolutas.
Otra cosa innegable es que, el actual y, por tanto, único entrenador del Sevilla Fútbol Club es Manuel Jiménez Jiménez.
Después hay otro tipo de verdades. Esas verdades que dependen mucho del cristal con el que las mire uno, que están sujetas a opinión y que, incluso, varían con el tiempo.
Este post va de los dos tipos de verdades.

Juande Ramos llegó al Sevilla después de tirarse un año sin entrenar. Era el entrenador que venía a substituir al hombre que, en el aspecto meramente deportivo, posiblemente haya hecho más por el Sevilla en los últimos 10 años: Joaquín Caparrós. Y llegó a un Sevilla en medio de una pequeña debacle: el eterno rival nos había arrebatado el pase a Champions en la última jornada de liga, se nos había ido el que había sido nuestro entrenador (brillantemente) durante 5 años y nuestros vecinos de la carretera de Cádiz acababan de ganar la Copa del Rey (conocida ese año como la Copa BBC, o Bodas, Bautizos y Comuniones). Aparte de eso, vendemos a nuestra mayor estrella y a un canterano que era nuestra "nueva esperanza blanca", y llegan unos fichajes que no convencen a la mayoría de la afición, salvo la cesión de Saviola (jugador que además no convencía al nuevo mister).
Un inicio de campaña malo, tan malo como que, hasta el minuto 94 de la 6ª jornada de liga contra el Espanyol, Juande Ramos tenía pie y medio en la calle. Moises obró el milagro en propia puerta y el resto ya es Historia del Sevilla Fútbol Club. Buen juego, títulos, partidos épicos, reconocimiento internacional...... Pero algo le pasaba a Juande (la princesa está triste, qué tendrá la princesa....) Remontémonos unos años antes, no cuando salió llorando del Lopera Stadium, sino cuando fue entrenador del Espanyol. Da la casualidad de que, este mismo mes, se cumplen 6 años de que lo largaron. ¿Motivos? Dos: dejar al Espanyol último en la liga en la 5ª jornada y criticar abiertamente la política de fichajes del club. ¿Nos va sonando el rollo? Es más, sus declaraciones fueron "Con el Consejo, ha habido poco entendimiento. Si me cesan, no será por problemas deportivos, sino por que no he aceptado muchas cosas que han intentado imponerme". Toma ya. Su no renovación por el segundo equipo de nuestra ciudad fue bastante parecido. Aunque todos conocemos a Lopera, los motivos de que Ramos no siguiese en el Betis fueron precisamente esos: querer controlar totalmente la faceta deportiva del Betis (con Momparlet hemos topado), y eso, en el Betis (y me atrevería a decir que en España) es imposible.
Volvamos al Sevilla. Juande veía que el reconocimiento de su trabajo era cada vez mayor, que la prensa le doraba la píldora, que recibía premios y que todo eran chanzas y alabanzas. Pero resulta que no se sentía suficientemente valorado (€) en el Sevilla Fútbol Club. ¿Por qué? Primero porque no le pagaban lo que el pedía (y que hubiese supuesto pasarse por el forro toda la política de topes salariales del equipo), segundo porque, para el Sevilla Fútbol Club, lo más importante es LA ENTIDAD y no una persona individual, por mucho que esta le haya dado. Por último, porque quería controlarlo absolutamente TODO dentro de la parcela deportiva. Había un conflicto abierto, una guerra de intereses con la Dirección Deportiva, y Monchi, de cara al club, tenía mucho más peso específico (lógicamente) que Juande. Vamos, lo que se viene llamando un ataque de cuernos. Y eso, Juan de la Cruz Ramos, no lo podía soportar ¡con lo que él había hecho por el Sevilla!¡el entrenador más grande!¡con lo que decían de él los medios de Madrid!¡las reuniones de élite! Y entonces fue cuando Juande, se olvidó de una cosa: de su profesionalidad. Un entrenador no es nada sin su plantilla y sin un club con unas estructuras adecuadas que le permitan trabajar. Sólo hay que repasar su carrera antes (y después) de llegar al Sevilla Fútbol Club para ver que Juande hizo lo que hizo, porque el Sevilla puso en sus manos TODO para que lo hiciese.
Los cantos de sirena eran cada vez mayores. Todo se convirtió en un disparate: reuniones clandestinas, declaraciones públicas de que no se iría, incluso dando su palabra, paripés delante de la prensa.... Es más, se rumorea que Juande pecó de un exceso de "confianza" a la hora de realizar ciertas inversiones, y que eso provocó que tuviese una ingente necesidad de €.
Juande se va la jornada 9 porque la desgraciada muerte de Antonio Puerta hace que no tenga vergüenza suficiente como para irse antes. Se va después de desahuciar al equipo con planteamientos estúpidos, después de crucificar a ciertos futbolistas de la plantilla y después de demostrar que es un hombre sin palabra. Posiblemente todos entendamos el fondo, pero las formas, lo perdieron.